Dos de los soldados arrastraron a Pinón hasta el interior del vehículo.

Pinón avanzaba a rastras, flexionando el hombro herido y sacudiendo la cola.

Oyó el chasquido de la boca húmeda de Pinón, que la soltaba.

La amazona debía neutralizar a Pinón y eliminar a los soldados.

Pinón se echó hacia atrás y agitó de manera escalofriante las patas delanteras.

Pinón los siguió, enroscando y desenroscando la cola detrás de ella.

Diana quedó colgada en el aire, boca abajo, delante de Pinón.

Ahora Pinón estaba más cerca, a una distancia adecuada atacar.

No debería haber dejado que Pinón la desangrara del todo.

Pero había un tercer anfibio, el que transportaba a Pinón.

Pinón estaba tumbada de espaldas en una de ellas, roncando.

Vi cómo Pinón acababa con la amazona, y Rutkoski se encargó del chico delgado.

Oyó un chasquido a sus espaldas y supo que Pinón se había liberado del lazo.

Notaba cómo su cuerpo intentaba curarse, cómo su fuerza trataba de regresar, pero Pinón era demasiado rápida y eficiente.

-Pasajede la Ópera, del lado de la calle Pinón.

Pinón sonrió con aquella expresión dulce y tímida, como si el grito de dolor de Diana le causara placer.