1Volveos a mí y yo me volveré a vosotros, dice Yahveh Sebaot.
2De vuestras manos viene esto, ¿acaso os acogerá benignamente?, dice Yahveh Sebaot.
3Era la tarea del Señor Yahveh Sebaot en tierra de caldeos.
4Adonai Sebaot proveerá y su Ángel traerá la justicia a tu casa, Leví.
5Pues grande es mi Nombre entre las naciones, dice Yahveh Sebaot.
6Jerusalén se llamará Ciudad-de-Fidelidad, y el monte de Yahveh Sebaot, Monte-de-Santidad.
7Mía es la plata, mío es el oro, dice Yavé Sebaot.
8El dios Sebaot es el maestro de la vida y de la muerte.
9Porque trastornáis las palabras del Dios vivo, Yahveh Sebaot nuestro Dios.
10Así dice Yahveh Sebaot: ¿No queda ya sabiduría en Temán?
11Sabrás así que Yahveh Sebaot me ha enviado a ti.
12Sabréis entonces que Yahveh Sebaot me ha enviado a vosotros.
13Temblará y se espantará cada vez que Yahveh Sebaot menee su mano contra él.
14Y vinieron y emprendieron la obra en la Casa de Yahveh Sebaot, su Dios.
15Pues recusaron la enseñanza de Yahveh Sebaot y despreciaron el dicho del Santo de Israel.
16Yahveh Sebaot pasa revista a su tropa de combate.