No quedaba ni una sola miga de pan debajo de sus camas.

Engullí sin remordimientos por no haber dejado una sola miga sobre el plato.

Nicolás esperó hasta que no quedó ni una sola miga en la bandeja.

Comieron con ganas y no dejaron ni una sola miga para las gaviotas.

No podía tragar ni una sola miga más de pan.

No se había desprendido una sola miga cuando la giró y levantó el molde.

Comió un poco de cada cosa, saboreando cada bocado, sin desperdiciar una sola miga.

Se lo comió con frenesí, sin dejar ni una sola miga en el plato.

Tiene la mujer enferma, cinco hijos y ni una sola miga de pan en casa.

También estaría cerrada la cocina, sin una sola miga en las largas mesas de pino.

Incluso el meticuloso Robert Cecil lo comió, sin mancharse la cara con una sola miga.

En el televisor no dejé ni una sola miga.

Marcos no conseguía una sola miga de pan.

No había una sola miga encima del mantel, ni tan siquiera habían abierto la primera cerveza.

Guillermo seguía comiendo, ahora empeñado en que no quedara una sola miga de pan en el plato.

Había tantos sirvientes alrededor que, cuando acabó la fiesta, no había ni una sola miga que recoger.