A los soldados les habían distribuido un brebaje negro sin leche ni azúcar.

Entonces sí, sobre el líquido amarillo, vertió el brebaje negro.

El brebaje negro como la noche se había desparramado por el suelo y la mesa.

Observé el brebaje negro que salía por el pico.

Entró la anciana rezongando, con la taza llena del brebaje negro y un pequeño panecillo.

Mujeres en uniformes de la Cruz Roja distribuían comida y un brebaje negro al que llamaban café.

Deja él también de lado ese brebaje negro y se pasa una mano por la barba dispersa.

Lo entendió y me trajo una taza llena de un brebaje negro, tan amargo que era imbebible.

Del resto tenemos suficiente, se apresura a añadir, y va a la cocina a buscar el brebaje negro.

Desapareció, y un minuto más tarde Poirot miraba con aire de desconfianza una taza de brebaje negro y humeante.

Suzy se acercó con un vale y tocó la mano de Spar cuando éste le sirvió su brebaje negro.

En los cafés servían enormes vasos de agua helada acompañados con una taza diminuta de un brebaje negro y dulce.

En dos ocasiones, cuando Keeper no estaba mirando, le cambió su bolsa de brebaje negro medio vacía por una llena.

Se sirvió una taza del espeso brebaje negro que la cafetera eléctrica de la comisaría hacía pasar por café solo.

Se apartó del fregadero, cogió la cafetera y sirvió el hirviente brebaje negro en dos tazas recién lavadas colocadas en la encimera.

Siguió dando vueltas con la cucharilla al brebaje negro y humeante, a pesar de que ni siquiera había abierto el sobre de azúcar.