1Después D.ª Serafina se arrodilló delante de ella, con objeto de descalzarla.
2No somos hijos de D. Tomás Rufete ni de D.ª Francisca Guillén.
3La sorpresa de D.ª Robustiana fue inmensa al verla entrar por casa.
4Por último, una mañana, poco antes de comer, dijo á D.ª Robustiana:
5Justamente en aquel momento llegaba D.ª Robustinana diciendo en alta voz:
6Pocos días después de su partida D.ª Beatriz emprendió el camino de Entralgo.
7D.ª Solita, usted no obra cuerdamente al tratarme como me trata.
8Áspera y recelosa D.ª Laura, invitó a Isidora a trabajar con espaciosos argumentos.
9Sin manifestar lo último á D.ª Robustiana, le propuso lo primero.
10En el mismo instante D.ª Rosa entraba en la alcoba con la lámpara.
11Nadie osa preguntarle, pero D.ª Robustiana y todas sus comadres estallan en sollozos.
12D.ª Isidora, usted dirá -indicóinclinando la botella sobre el cortadillo.
13El estudiante, encarándose con D.ª Manolita, la puso en estos términos.
14D.ª Robustiana exhaló la mitad de su alma en un gemido.
15He caído, señorita D.ª Sola, a los más profundos abismos de la miseria.
16El ordinario de Valencia que sale esta noche, era amigo de D.ª Fermina.