Lanzó un último tajo hacia su costado, a los tobillos de un silvicultor.
2
Era silvicultor, y cada día partía con el hacha al hombro.
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Ahora él está en Oregón aprendiendo el oficio de silvicultor.
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Podría haberse presentado como el hijo de un silvicultor y nadie lo habría dudado.
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Por doquier percibíase la mano rigurosa del silvicultor experto.
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Entre otras aficiones, era silvicultor, músico autodidacto y poeta.
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Justo al lado estaba la cabaña del silvicultor.
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Aterrizaron con fuerza sobre el suelo y el silvicultor, gruñendo y retorciéndose, dejó escapar un sonoro aliento.
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El silvicultor vio lo que estaba ocurriendo y ordenó que todos los árboles sanos fueran talados de inmediato.
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Entonces algo salió despedido del ropaje del falso silvicultor para quedar colgando bajo su cabeza, enganchado a una correa.
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Es silvicultor, en Alemania.
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Mi padre era silvicultor.
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No lejos del camino, junto a un profundo arroyo de aguas rápidas, había una cabaña de silvicultor, un pequeño refugio construido con maleza.
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Pero, pongámonos en el caso de un silvicultor que necesita contar los pinos, abetos, abedules, pobos que hay por hectárea en una parcela determinada.
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Pero póngase en el caso de un silvicultor, que tiene que contar cuántos pinos, abetos, abedules y álamos crecen en una misma hectárea de terreno.
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Tenían más de cuatrocientas hectáreas de tierra, decenas de miles de árboles de fustafloros, dispuestos en hileras perfectas, vigiladas por el silvicultor de la baronía.