Metro veinte de puro músculo canino era aquel ser feroz y bajito que los había sacado de apuros en más de una ocasión.

Sentados en fila, jadeando casi al unísono, eran tres educadísimos nudillos de músculos caninos alertas al menor movimiento de las manos de Teddy.

-Briannale murmuró algo al perro que Grayson no pudo descifrar, pero que tuvo el efecto de relajar los tensos músculos caninos-