Ahora estaba interpretando el papel del buen perdedor; estaba demostrando su paciencia.

Como jugador de raza, Luis de Ayala era, sin embargo, buen perdedor.

Antípatro era buen perdedor y aceptó su destino de bastante buen grado.

Como buen perdedor, César se reía; pero la desconfianza se había instalado.

Entonces es tiempo de concederlo, es tiempo de ser un buen perdedor.

Eso me hizo ser un buen ganador y un buen perdedor, resaltó.

Como era buen perdedor, ofreció el anillo a Fondadore con una sonrisa.

Superficialmente actuará como un buen perdedor, dispuesto a mejorar en la próxima ocasión.

Como un caballero, como un buen perdedor, Muchnik acepta mis palabras.

De todos modos, soy buen perdedor, y sé cuándo retirarme de una batalla.

Pero Set no era buen perdedor y se negó a obedecer la declaración.

No hay que ser un buen ganador, sino un buen perdedor.

Ser un buen perdedor es una evasión despreciable, un insulto al espíritu deportivo.

Incluso Adam, que no era buen perdedor, había acabado la partida sin enfadarse.

El mandatario también reconoció que él no es un buen perdedor.

Y yo, como buen perdedor, estaré esta vez del lado de las máquinas.