Hubo un ruido casi subsónico, como si hubieran golpeado un gigantesco gong.

En ellos tan solo un ahogado rumor, casi subsónico, los envolvió.

Un zumbido casi subsónico subrayó sus palabras.

Era un retumbar casi subsónico, como un trueno que desde algún lugar se extendiera sobre el mar.

Luego el gemido bajo, el estremecimiento casi subsónico del casco liso de la nave que chirriaba contra los amortiguadores.

Contra el fundido otro sonido se hizo audible un tronar casi subsónico que parecía estar dentro de su cabeza.

Se dio cuenta de que había un profundo, casi subsónico quejido que parecía proceder de todas partes a la vez.

Sentí la primera bofetada de calor y después, de forma prácticamente inaudible, el primer indicio de un zumbido casi subsónico.

La voz se perdió en un voluminoso, casi subsónico, estruendo chirriante que venía de las botas de Don subiendo por sus piernas.

Extrañamente, percibió el golpeteo casi subsónico de los pies de metal antes que los pasos precipitados de Danner subiendo por su escalera privada.

Tan pronto como la toqué, un sordo rumor llenó la estancia; un vago sonido, situado justamente en el umbral de la audición y casi subsónico.

Profundos y casi subsónicos gemidos hicieron eco por toda la fortaleza.

Notaron un ruido; una conmoción casi subsónica en el aire y desde el suelo.

Una explosión, casi subsónica, fue seguida por un débil bramido, como el de trueno lejano.

Y una ola de sonido golpeó nuestras cabezas, un vendaval que contenía una voz casi subsónica.

Henry estaba consciente, desde hacía algunos momentos, de la sirena casi subsónica, y de su creciente volumen a medida que avanzaba.