Atacarán su declaración y lo llamarán embustero; por consiguiente, debe estar preparado.

Bien, hablando claro, deberíamos reconocer que el señor Cave era un embustero.

No hay duda de que el señor Kono es un embustero consumado.

Por el contrario, el embustero es signo de desgracia, infortunio y desventura.

Me sentía como un embustero al hacer preguntas cuyas respuestas ya conocía.

Aquel era, sin duda, más pillo y más embustero que los demás.

Momento dramático ese en que el embustero ha olvidado su propia mentira.

Había sido engañado; Pimentó era un embustero y, además, su enemigo implacable.

Eso era justamente lo que la vasija había dicho de Spelux: embustero.

El Kandinski del cuento no es un chiflado ni tampoco un embustero.

El problema era que Glamo era el mayor embustero que hubieran conocido.

Quien diga que es posible es o un embustero o un iluso.

Eres un inglés sinvergüenza y embustero, y Harry ha perdido el juicio.

Humillante es la posición del embustero que se delata a sí­ mismo.

Mentira engendra mentira, acabando por enredar al embustero en sus propias redes.

Creo que quizá es usted el mejor embustero de todos nosotros, Walter.