1
Agarrando la espada del apóstata con las dos manos, empezó a salmodiar.
2
Desenfundando la espada del apóstata, Raif se encaminó hacia las puertas.
3
Mortinato sacó la espada del apóstata de su vaina y el filo centelleó levemente.
4
La espada del apóstata le resultaba pesada y sin vida, y no conseguía equilibrarla.
5
Desenvainando la espada del apóstata, hizo una seña a Raif para que abandonara el redondel de combate.
6
Mortinato profirió un gruñido, luego se agachó y lanzó la espada del apóstata resbalando por el suelo de la mina hacia Raif.
7
La espada del apóstata pendía de su cintura, y el trozo de cristal de roca del pomo centelleaba, misterioso, bajo la grisácea luz.
8
La espada del apóstata, incluso envainada como estaba y sin exhibir otra cosa que la empuñadura y el pomo, resultaba claramente un bien que atesorar.
9
El hombre lisiado estaba frotando aceite de linaza en la espada del apóstata con un trapo, y aminoró un poquitín la velocidad mientras le contestaba.
10
-Mortinatosonrió cariñosamente a la espada del apóstata y luego la envainó.