Así es difícil no desinflarse, no sentir una flojedad de ánimo indefinible.

Compadecido del infortunio, así como de la flojedad de ánimo del pobre señor, D.

Fernando Cuevas sintió cierta flojedad de ánimo en los primeros días, al pensar en Lucero y su pequeño hijo.

Para él, la generosidad era flojedad de ánimo, una juiciosa consideración por la debilidad de los otros y una pérdida de tiempo.

Esta flojedad de ánimo que denunció Ranieri se acrecentó en un amplio periodo que no mejoró ni con la llegada de Zidane.

Compadecido del infortunio, así como de la flojedad de ánimo del pobre señor, D. Fernando le agarró el brazo para llevársele a su posada.