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A Roxane le gustaban las mañanas, probablemente porque a sus hermanas no.
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Le gustaban las mañanas, aunque bajo su luz resultaba difícil tomar fotos, a veces casi imposible.
3
El frescor de la mañana casi otoñal era de agradecer; a Okela le gustaban las mañanas frescas.
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Por la imagen de la pantalla, quedaba claro que a Gregory Wainwright no le gustaban las mañanas.
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A él no le gustaban las mañanas.
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A Lou le gustaban las mañanas.
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Me gustaban las mañanas de domingo.
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A Juanita siempre le gustaban las mañanas y estar con Estela era una manera dichosa de iniciar cualquier día.
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Le gustaban las mañanas tranquilas del desierto y lo último que deseaba era hablar de cosas intrascendentes en el comedor.
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Jimmy, que nunca había madrugado de buena gana, descubrió que ni siquiera en el espacio exterior le gustaban las mañanas.
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Los domingos eran días de combate en vallas de buena concurrencia, y por cosas así le gustaban las mañanas de domingo.
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A Nicole le gustaban las mañanas del sábado, cuando Anton se marchaba temprano para jugar al golf o lo que fuera.
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Siempre he pensado que a Dios le gustaban las mañanas; creó tantas... ¿Por qué no me traes un poco de café?
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A pesar de los madrugones, al chico le gustaban las mañanas más que todo, igual que a las siete cabras de su padre.
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A Misión le gustaban las mañanas; pues por la mañana el día estaba lleno de promesas y las decepciones nunca llegaban hasta más tarde.
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El cliente miró a Lola y esbozó una gran sonrisa que demostraba cuánto le gustaban las mañanas llenas de peripecias y de rubias altas.
