Marco hablaba cada vez con mayor rapidez y tenía la mirada febril.

Únicamente su pecho y los ojos de mirada febril parecían seguir vivos.

Se volvió hacia él con la frente húmeda, la mirada febril; temblaba.

Allí estaba Cantacuzanos con aquella mirada febril que Asmodeo no había olvidado.

Aseah se volvía a un lado y otro con una mirada febril.

Su padre inspiró a pleno pulmón y, con una mirada febril, añadió:

Encorvada y con la mirada febril, parecía que no podría dar más.

Lydia Andrews le dirigió una mirada febril, ofendida por no haberla sorprendido.

Con mirada febril, gritaba y lanzaba proyectiles y objetos encendidos al orfanato.

Algo de monstruo sí que tiene: las cejas pobladas, la mirada febril.

De repente Ariadna abrió los ojos y le dirigió una mirada febril.

Guillermo de Beaujeau clavó en los ojos del freiré una mirada febril.

La mirada febril de sus ojos era la de un soldado herido.

La hermana de Max tenía la tez lívida y una mirada febril.

El enjuto y curtido rostro del viejo aparecía ojeroso, la mirada febril.

Temo por la vida de mi hermano -remató con una mirada febril.