Durante los dos días siguientes pinté las paredes con gruesas capas de pintura.

Y pinté las paredes y los techos.

Me puse manos a la obra inmediatamente, arranqué la vieja moqueta, acuchillé el suelo y pinté las paredes de color crema.

Pinté las paredes; reparé las ripias del tejado; instalé estanterías para libros.

Pinté las paredes de mi patio en violeta claro; resulta mucho más durable, vistoso y de muy fácil mantenimiento, a diferencia de los tonos claros.