1
Sus palabras tranquilizaron un tanto a Doyle y, poco después, fue a acostarse.
2
Los crujidos y roces del bosque, a los que se sumaban sus pisadas, la tranquilizaron un tanto.
3
Aquellas palabras tranquilizaron un tanto a Jakchy, y, después de un breve silencio, le dijo en tono grave:
4
Tales detalles me tranquilizaron un tanto.
5
Estas conclusiones lo tranquilizaron un tanto.
6
Comieron y se tranquilizaron un tanto.
7
Se tranquilizaron un tanto al ver que el tiempo cambiaba: las nubes se dispersaron y dejó de llover.
8
La buena cara y la sonrisa que Michkin mostraba cuando abrió la puerta tranquilizaron un tanto a la muchacha.
9
Se tranquilizaron un tanto cuando les dijeron que habían conseguido desnudarlo, lo lavaban y lo cuidaban y que él, medio consciente, se dejaba hacer.