1
Una era la tribu de los yahvé, los hombres de la montaña.
2
En cambio, los reyes judíos fueron seres mortales; solamente Yahvé era divino.
3
Ésta es la ciudad escogida por Yahvé para los hijos de Israel.
4
El escritor y Yahvé analizan las dificultades para hacer cumplir este mandamiento
5
Desgraciadamente esas investigaciones excluyen la Revelación divina del Dios de Israel, Yahvé.
6
Van surgiendo nuevas servidumbres que Yahvé no tuvo en cuenta como legislador.
7
Yahvé fue adorado bajo diferentes nombres, como Jaho o Jahu en Egipto.
8
En ese modesto edificio se elaboraba, sin embargo, el santuario de Yahvé.
9
Dichosos aquellos de camino perfecto, que proceden en la Ley de Yahvé.
10
Caminaré en la presencia de Yahvé por la tierra de los vivos.
11
Bendito seas, Yahvé, que congregas a los exiliados de tu pueblo, Israel.
12
La primera pareja creada no funciona, Lilith se marcha desafiando a Yahvé.
13
Pues todavía no se había saldado la deuda entre él y Yahvé.
14
Sin embargo, el maestro Baruc nos había enseñado la bondad de Yahvé.
15
Muchas vías conducían a Yahvé, y esos usos eran una de ellas.
16
Si hubiera intentado llevar a cabo mi proyecto, Yahvé me habría fulminado.
