Pero el cantinero, algo menos propenso a amoscarse, despejó pronto la incertidumbre.

Tanto menudeaban estas, que los jinetes empezaron a amoscarse y repartieron algunos linternazos.

Ojeda acogía con sonrisas estas hipérboles, y su amigo pareció amoscarse.

Me dio tanta risa verlos cojear del mismo pie que mamá pareció amoscarse.

Pero el lituano, en vez de amoscarse, hizo con la mano un ademán bondadoso y sonrió.

El del rostro retocado pareció amoscarse ligeramente.

El agente pareció amoscarse un poco.

Acabó de amoscarse Childerico.

Al fin pareció amoscarse por la mirada irónica del doctor y los socarrones movimientos de cabeza con que aceptaba sus palabras.

-Mariucano es una niña del diablo... -protestóPerico, que ya empezaba a amoscarse.

-Sí ,señor ,fueusted -replicóPozos, empezando a amoscarse-.

¿Qué podría suceder si las sustituyéramos con palabras mucho menos intensas emocionalmente, como "bronquear", "fastidiar", "picar", "amoscarse"?

-Ohno, Ethel -parecióamoscarse-.

¡Oh, qué bobo fue Perico al amoscarse por la exclamación de Mariuca el primer día, asombrada de su modo de hablar!

-Nolo sé -respondióel hermano Francis, que empezaba a amoscarse- ,comotampoco sé lo que era un Electrón ni para qué servía.