1Quizá no hubiera comprendido el pleno alcance de la carta de Cintia.
2He tratado de que Cintia sea admitida en los Parásitos de Apolo.
3Después los acompañamos a anotarse, cuenta Cintia Lucero, promotora educativa del programa.
4Allen comprendió que Cintia no le amaba, por inverosímil que ello pareciera.
5El tercero fue José Antonio Oroño, administrador del complejo donde vivía Cintia.
6Fabio y Cintia, con sus muertes, pueden hacer callar a las armas.
7Llevaba una carta de invitación de Cintia, para que me dejasen entrar.
8La molesta sensación de sentirse observada hizo que Cintia apartara la vista.
9Mientras paseaban hacia el Quirinal, Cintia sonrió relajada al percibir su ansiedad.
10Desde la infancia, Cintia había tenido que efectuar diariamente aquel viaje complementario.
11En esos momentos, conseguida la última prórroga, Cintia le daba la espalda.
12Un impulso de venganza brotó en el corazón, usualmente bondadoso, de Cintia.
13Allen creyó imaginar una extraña hostilidad en los azules ojos de Cintia.
14Pero eso sí: ¡a Cintia le ha comprado un brazalete de perlas!
15Allen advertía, con asombro, que Cintia había dejado de ser su amiga.
16Ante aquella sonrisa de granuja distinguido, el cuerpo de Cintia se envaró.