Un cementerio del que robaron las lápidas para adoquinar las calles.

Solamente pequeños trechos de la avenida y de pequeñas calles laterales quedaron sin adoquinar.

Cruzó el patio a medio adoquinar sin soltarme la mano.

Cascos de caballos sobre el pavimento a medio adoquinar.

El palanquín se detuvo en un callejón sin adoquinar detrás del monasterio de los agustinos.

Venga trotar por las callejuelas sin adoquinar de Horta.

En los próximos días se colocará los bordillos para adoquinar, según la contratista de la obra.

Había zonas en las que parecían adoquinar el suelo, como las calles de una ciudad cualquiera.

Alrededor, el patio sin adoquinar era un barrizal.

Casi todas las calles estaban sin adoquinar y muchas no tenían más de diez pasos de ancho.

Atravesó la imponente puerta de la ciudad y enfiló por la Calle Mayor que acababan de adoquinar.

Calles y más calles sin adoquinar.

Mientras bajaba encadenado por la calle principal sin adoquinar, miró a su alrededor, echando un vistazo a América.

Las estrechas calles sin adoquinar estaban repletas de gente y se vio obligado a avanzar a paso de tortuga.

La calle seguía ahora la línea de las fachadas, trepando en una irregular pendiente hasta un espacioso cruce sin adoquinar.

Déjame adoquinar las estrellas de tu cielo y empapelar tu miseria susurrante, con cartuchos de metralla y una sonrisa en el rostro.