Lacerar, como suplicio la carne con tenazas.
1A Sandecker le costó formular la pregunta que le atenaceaba la mente.
2Mucho callejeamos ese día, hasta que al terceto lo atenaceó el hambre.
3El dolor que le atenaceaba el brazo le arrancó un grito ronco.
4El marino la escuchó distraídamente, pensando en algo que atenaceaba su curiosidad.
5Se atenaceó la garganta, levantó la copa y la examinó con suspicacia.
6El hambre, un hambre imperiosa y cruel le atenaceaba las entrañas.
7Entonces su mano abandonó el revólver que atenaceaban sus dedos agarrotados.
8Teníamos la sensación de que un cangrejo nos atenaceaba la garganta.
9El dolor le atenaceaba el brazo que le había mordido el sabueso Braith.
10De pronto, la insensibilidad desapareció y un dolor tremendo me atenaceó la cabeza.
11Atenaceaba el recuerdo del refectorio con grandes planos de sombra y la ondulante mesa.
12El miedo la atenaceó y decidió volver sobre sus pasos.
13Apenas llevábamos una hora de viaje y el agudísimo frío ya atenaceaba el cuerpo.
14Atenaceó el brazo que le amenazaba y lo retorció hasta casi dislocar la muñeca.
15Una idea terrible la atenaceaba, y no podía descartarla.
16Terribles calambres me atenacearon los pies y la espalda.