1Hasta que el pedo se me empezó a bajar y hasta que el frío empezó a aterir mis manos.
2Me quito los guantes para deshacer el bonito lazo de la cajita y me apresuro a abrirla, porque se me empiezan a aterir los dedos.
3Ni siquiera los gallos cantaban al amanecer, ateridos sus gaznates por el frío.
4La fastuosidad de los tipos superiores os atiere de humildad.
5Atravesamos desnudos y ateridos el vestíbulo helado, pateando el mosaico del suelo, y entramos en una zona de vaho y de brusco bochorno.