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Significados de ayebo em espanhol
Plantas. (Sambucus ebulus) Hierba de la familia de las caprifoliáceas, crece hasta dos metros con tallos erectos; el fruto es una baya tóxica, de color negro, pequeña y globosa de 5 a 6mm de diámetro.
Todavía le duraba la borrachera anterior; usted reclamaba la presencia de Raulito.
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Parece que los plátanos le han producido el efecto de una borrachera.
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Supuse que nos habría escrito en plena borrachera y borré el mensaje.
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Lo que sucede simplemente es que muestra menos efectos de la borrachera.
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En la borrachera del éxito tenemos a menudo la sensación de flotar.
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Es por eso que Enzo fue parte fundamental de todo el proceso.
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Enzo y usted no viven juntos desde hace más de un año.
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A partir de ahí a Enzo no le apetecía contar muchos detalles.
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A este se suma Enzo Maidana quien fue expulsado en La Paz.
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Enzo subió, y el vehículo emprendió su camino hacia el edificio Mercury.
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Pues el hediondo lodazal derrotó los esfuerzos de todos los demás hombres.
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Cuando hayamos enterrado este siglo hediondo tendremos por fin las manos limpias.
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Un hediondo chanchullo para robarse elecciones, escribió en su cuenta de Twitter.
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Por momentos podría ser una encendida trotskista despotricando contra el capitalismo hediondo.
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Seguimos avanzando por este húmedo y hediondo pasadizo donde resuenan nuestras pisadas.
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Miré a un saúco que estaba cerca; Capitu respondió por los dos.
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Las bayas de saúco, son una delicia para disfrutar en las opciones…
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Vorbis se sentó en un asiento de piedra debajo de un saúco.
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Las flores de saúco frotaban sus corolas contra las paredes de tablas.
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La próxima vez que nos visites comeremos panqueques con sirope de saúco.
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La salvación del colegio, el internado, hacer de modelo por cuatro chavos.
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Bagger se había criado en locales como ése, timando por cuatro chavos.
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Chavo del 8: en México a los niños se les dice chavos.
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En cuanto yo reúna unos chavos y la pueda mandar a buscar.
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Los chavos de México como los pochos ya no deseaban hablar español.
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Me yergo y me enfrento a su sagaz evaluación de mi persona.
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Me yergo en la silla, inmediatamente alerta a pesar de estar derrengada.
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Se le trunca la voz y yo me yergo en el asiento.
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Me yergo sobre el codo como si fuera un muñón de ala.
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Me yergo con orgullo para que no me regañe por andar encorvado.
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En el orden deportivo, para el mentor avileño los problemas son varios.
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El lanzador avileño tuvo a su cargola apertura en el decisivo encuentro.
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El derecho avileño será el abridor frente a los Venados de Mazatlán.
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El lanzador avileño Vladimir García encabeza los serpentineros de los vigentes campeones nacionales.
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Sigue encendido el avileño, brillante a la defensiva y efectivo con el madero.
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Tras los cristales de la ventana se adivinaban las ramas del negrillo.
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Así debía ser, porque el inteligente negrillo había desaparecido sin decirme adiós.
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Abundaban los robles, los arces ya amarillos, algún negrillo y algún alcornoque.
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Corrieron por la pradera a refugiarse bajo las ramas de un frondoso negrillo.
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Una vez se le paró al lado, y era un negrillo muy abominable.
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Pero Actea tenía razón, y Ligia se daba perfecta cuenta de ello.
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Actea no confiaba tanto como Ligia en el éxito de la fuga.
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Vinicio tuvo un súbito movimiento de enfado contra el César y contra Actea.
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Y Actea comprendió por qué Ligia no podría ser la concubina de nadie.
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En el rostro de Actea, que aguardaba un milagro, se reflejó la decepción.
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Por doquiera se ven las bayas tardías y rojas del sauquillo.
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La plaza, ante la puerta, está pavimentada y más adelante está el jardín público: sauquillo, arces y espino blanco.
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Solo una vez, al pasar junto a un sauquillo, pareció que una sonrisa le iluminaba un momento el semblante.
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Sauquillo también ha asegurado que ahora toca cumplir la sentencia del Supremo.
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En cuanto a los arbustos, hay avellanos, espinos, sauquillos, filipéndulas y lespedezas.
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Deum verum de Deo yero, ¿puede morar la verdad en una frase así?
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Por desgracia, solo pudo impedir que ardieran las bolsas con el di yero.
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Nabo silvestre, yero, cebada, trigo y altramuz molidos: Marcia mezcla con leche estas harinas para su mascarilla de belleza.
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Uña de caballo, yero...
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También arrasó con cultivos de yeros, guisantes y los huertos de esta localidad.
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Los pescadores de Guadalajara van siempre solos y meriendan junto a los negrillos.
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El de allí es un paraje idílico, prados, negrillos, paleras, alisos.
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Añade, entre acacias, negrillos y rosales, la tumba de Moore.
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Respiré profundamente; estaba impregnado del olor de los negrillos.
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Por la parte opuesta corre un regato, y ante éste hay una fila de negrillos.
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Mielgo y Etxeberría quedaron en séptima y decimoquinta posición este domingo.
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Abásolo, en pie junto a su mesa, explicaba las conclusiones al sargento Mielgo.
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Inmediatamente, el sargento Mielgo entró en el despacho.
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En el registro se encontró igualmente una fotografía tamaño carnet del presunto miembro de ETA Oier Gómez Mielgo.
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Mielgo añade que "esta es una combinación estupenda".
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Tengo fobia a las pulgas, y Damon jamás me consiguió siquiera un matapulgas.
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El intruso examinó a Cal como si fuera una almohaza o un envase de matapulgas.
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Se rascó la ventanilla izquierda de la nariz con el dedo matapulgas de la mano derecha.
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O los de la huerta del Tío Matapulgas, la familia Aznar.
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A las cuatro y media de aquel fatídico viernes, trece de septiembre, ocuparon, metralleta en mano, la huerta del Tío Matapulgas.
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-¿ Yesaescritora, doña Oliva de Sabuco de Nantes?
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-No ,perome da mucho sabuco contarlos.
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Esta mañana el presidente de la Sociedad, José Manuel Sabuco, y el vicepresidente, Francisco Vives, han sido los invitados de la Tertulia del Villalobos.
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En ella, otra mujer, de nuestro tiempo, fascinada por la figura de Olivia Sabuco, intenta reconstruir su biografía mientras lucha por mantenerse con vida.
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Lo firma una joven mujer de veinticinco años, Olivia Sabuco, y plantea ideas apasionantes y muy actuales sobre las pasiones, los sentimientos y la medicina.
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En el patio crecían viciosas hierbas, ortigas y yezgos en flor.
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Tengo grandes peñascales, formados por enormes conglomerados, taludes verdes y rincones pedregosos con yezgos digitales y beleños.
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En los promontorios y en las marismas maduraban las bayas por millones, grosellas silvestres, moras, arándanos, dulcamaras, gayubas, ruscos, yezgos, fresas silvestres tardías.
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En algunas partes, el follaje era tan espeso, que las tumbas desaparecían, envueltas en plantas trepadoras, entre grandes cardos espinosos y yezgos de negras umbelas.
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Ayer yego una carreta y oy cogo la pluma para escribirte.
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Tenemos el ejemplo de Julius Yego, el campeón del mundo de lanzamiento de jabalina en 2015.
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-Cuandoyego ar puente -medijo- ¡yav'usté, zeñorito, ahí ar lado que ejtá!, m'ahogo...
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En el tiempo que tardamos en llegar a Baluklís, María Jambu podría matarla.
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Se llama María Jambu o Jámbena, como solían llamarla en Constantinopla.
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Ahora ya no cabe la menor duda de que la asesina es María Jambu.
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En medio de una línea extensa de coches usados, Jambu Kumar busca un Mercedes.
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Y aquí no hay baraja marcada que valga: se la ha llevado María Jambu.
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He visto negruchos colgados por menos que eso.
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-Por Dios, Estebanito, no me haga creer que las Concepciones y los ángeles del pintor sevillano son tan negruchos como yo.
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El doctor Nemur estaba en la ofisina cuando el doctor Strauss me yebo ayí.
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Me yebo mi pata de conejo i mi penique de la suerte i tal bes me ayuden.
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La cocinera cogió el pequeño cesto de raíces de malvavisco mezcladas con milenrama, hinojo y yezgo.
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En Lesaca se tapaba con ramas de yezgo el único ojo de un puente y se inundaban los alrededores.
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En el patio crecían viciosas hierbas, ortigas y yezgos en flor.
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Tengo grandes peñascales, formados por enormes conglomerados, taludes verdes y rincones pedregosos con yezgos digitales y beleños.
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En los promontorios y en las marismas maduraban las bayas por millones, grosellas silvestres, moras, arándanos, dulcamaras, gayubas, ruscos, yezgos, fresas silvestres tardías.
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Espero la puñalada trapera, el venenazo, la escupida de fuego, el mazazo en el cráneo.
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Los yubos no tenían ninguna posibilidad de salvarse por sí mismos.
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Al contrario que Vaal, el rey de los yubos se mostró más razonable.
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Los yubos nos trataron bien, pero cuando hubo aquella terrorífica explosión sentí verdadero pánico.
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Son, por descontado, los más avanzados tecnológicamente, seguidos a corta distancia por los yubos.
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No quieren compartir el nuevo mundo que les deparemos con los yubos ni otras razas inferiores.
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Esta es una jugada que se ha comentado desde hace 40 años en los medios argentinos y que el mismo Diergo Maradona continúa analizando.