1
Todo el mundo tenía la mirada fija en la mano del basileo.
2
Sin embargo, Guillermo sentía que la actitud del basileo había cambiado.
3
El basileo Isaac II tardó bastante en redactar la misiva para el Papa.
4
En la espera todas las miradas se concentraban en el basileo.
5
El logoteta miró al basileo y le mostró las palmas de las manos.
6
Nos, Manuel Comneno, basileo del Santo Imperio bizantino, juramos ayudaros a conquistar Egipto.
7
Partiremos hacia allá en cuanto el basileo nos entregue la carta para el Papa.
8
Había encontrado la manera de ordeñarle oro a su basileo.
9
Y más tarde nuestro basileo les dio dinero para ayudarles a que las reconstruyeran.
10
Y más concretamente en el palacio de Blanquernas, donde reside el basileo, Manuel Comneno.
11
Ya no se envió ningún ultimátum más al basileo Andrónico.
12
Eso se lo cuentas a tu basileo, no a mí.
13
Pero fue después de que entráramos en Filipópolis cuando vuestro basileo cambió de tono.
14
Andrónikos Argos era el hombre más poderoso de Bizancio, quizá más que el basileo.
15
El viejo basileo Andrónico Paleólogo se dio prisa en alejar á los temibles huéspedes.
16
No está dirigida a ti, sino al basileo Manuel.
