El cardenal Bufera había entrado en el palacio llevado en una silla.
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No había ningún palazzo Bufera en Roma.
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¡En la batalla de Baiardo llevaba las municiones a Bufera!
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El nuevo Papa era el cardenal Bufera, y el nombre que había elegido para su reinado era el de Félix.
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El cardenal Bufera, sin embargo, más gravemente enfermo, estaba ya incorporado sobre varias almohadas y era capaz de contribuir lánguidamente con su voto.
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Esto con excepción del cardenal Bufera, de quien se suponía que no tenía mucha importancia en los procedimientos, puesto que su enfermedad era terminal.