1
Su cabeza monda y amarilla recordaba la de magistrados de los sainetes.
2
Su gran pirámide de cabeza monda y reluciente, descollaba soberbia por encima.
3
El niño tenía la cabeza monda como una bola de billar.
4
La abrió despacio, cogió la lupa, leyó y leyó meneando su cabeza monda.
5
El criado se pasó la diestra por la cabeza monda, de marfil chino:
6
Se vio al alemán quitarse la peluca y enseñar la cabeza monda y lironda.
7
Todas las miradas convergían en aquel hombrecillo estirado, de cabeza monda y ojillos saltones.
8
Del eximio chaparro solo se avistaba la cabeza monda tras el cristal de la ventanilla.
9
Zhíjarev asentía con la cabeza monda, sus cejas temblaban.
10
Despójale de la barba y la cabellera y déjale la cabeza monda como un huevo.
11
Al rato, Samson tenía la cabeza monda y lironda, como una bola blanca de billar.
12
La cabeza monda salpicada por manchas grises retrocedió.
13
Los ojos de aquella cabeza monda y ovalada eran del color del acero y miraban ciegamente.
14
Entonces la figura acercó su cabeza monda a la del joven inmóvil y le habló al oído.
15
Meneando la cabeza monda, acusó su ineficacia:
16
La cabeza monda de Ivan me impresionaba.
