Meanings of cabro chico in espanhol

Existen enfermedades comunes y otras de menor frecuencia entre la población mundial.

Sobre la democracia en Rusia no tengo la menor duda: no existe.

Nuestra misión es proveer de productos de calidad al menor precio posible.

Eficiencia, quiere decir; hacerlo con el menor gasto posible, humano y económico.

Esperamos que esta nueva situación afecte al menor número de espectáculos posible.

Roma es como un pueblo chico cuando se trata de cuestiones financieras.

No se sabe cuáles programas el chico mantendrá y cuáles quedarán eliminados.

No me cabe duda de que el chico habrá tenido sus motivos.

Esto es especialmente cierto en mi caso: soy el chico del momento.

Este chico no tiene paciencia; grave fallo en el periodismo de investigación.

Es evidente que dicha moneda tiene una gran importancia para el muchacho.

Espero que este buen muchacho será breve, a pesar de su pena.

El muchacho, sin embargo, no tuvo tiempo de seguir reflexionando sobre ello.

Aunque la situación doméstica del muchacho en ese período merece ser considerada.

Una inversión de futuro: hoy es un muchacho, mañana será un seguro.

El Gobierno chino concede gran importancia a la solución de esta situación.

Es el acuerdo más importante del gobierno chino en materia de deporte.

En el método de pesca chino, éste constituye el detalle más importante.

De hecho ya existen rumores sobre su posible salida del fútbol chino.

No obstante, desde 2016 la compañía trata de volver al mercado chino.

Sin mucha esperanza, le preguntó al mozo cuándo había recibido la nota.

El mozo ya ha cumplido veintiocho años y sin embargo sigue soltero.

Los documentos del mozo no deben estar en orden, eso es seguro.

Todo dependía, por consiguiente, de que el mozo quisiera hacerles ese favor.

Él llama al mozo y le pregunta sin mucha esperanza qué sugiere.

Tú valdrías para este trabajo, chaval; estoy seguro de ello, totalmente seguro.

Es mucha presión sobre el chaval, indicó en declaraciones a medios locales.

Al fin y al cabo es una lucha contra la opresión, chaval.

Tu chaval ocupa en nuestra comunidad el sitio de media sociedad exterior.

Tienen ustedes más posibilidades de recuperar al chaval si nos dejan actuar.

La mayoría eran mayores que yo, no obstante me parecían verdaderos críos.

Son como críos; cuando no pueden emplear sus armas, quedan absolutamente despistados.

En cuanto a la señora y los críos, no había ningún problema.

Y además, en este caso, los críos son claramente de origen asiático.

Pienso en ello porque ayer me quejaba de haber visto pocos críos.

Si accediera a ello, Europa me trataría inmediatamente como a un chiquillo.

Tengo en observación a un chiquillo que me temo que tiene meningitis.

Por el contrario, sufre problemas anormales para un chiquillo de su edad.

Sin embargo, el chiquillo prosiguió como si no necesitara palabras de consuelo:

Para un chiquillo de trece años había motivos varios, dignos de curiosidad.

En realidad, ese bicho no es de mucha utilidad en mi investigación.

En caso contrario, el bicho era solo una inofensiva culebra de agua.

El ser humano es un bicho dado al desafío, a la competencia.

En todas las demás ocasiones, el bicho había parecido sentir su presencia.

Se ha dicho que yo he dicho que el bicho no existía.

Pero son las medidas de seguridad que ha impuesto el propio infante.

No podía imaginar dicha mayor que tener efectivamente un infante cada año.

Todo ello es un proceso normal en la maduración de cada infante.

Aunque mucho me alegro al saber que el infante os ha escrito.

En especial cuando el infante es de una raza o país diferente.

El nene tenía seis años y estaba desaparecido desde el viernes pasado.

No podía, sin embargo, hacerse a la idea de separarse del nene.

Luego de siete horas en recuperación, el nene ya se encuentra bien.

Tengo un nene y me dejan siempre mal parado en cualquier situación.

Esa es una batalla que el nene no tiene posibilidades de ganar.

No podían holgazanear; no cuando la señora Jones llamaba a grito pelado.

El francés continuó hablando mientras punteaba sus palabras con el muslo pelado.

El proceso continúa con el descorazonado, pelado y la eliminación de semillas.

Estaba en un breve y pelado pasillo que terminaba en dos puertas.

Y después se fue volviendo una necesidad porque me estoy quedando pelado.

Novela de educación frustrada: no hay posibilidad de cambio para este muchachito.

Hoy, en cambio, solo podía contar con un muchachito descarado y lenguaraz.

Pero lo más importante era la seguridad que aquel muchachito iba adquiriendo.

Él era y siempre había sido un muchachito decidido y de confianza.

Un muchachito en la cumbre de una montaña de gloria y dinero.

Y para que eso suceda, debemos comenzar concediendo al mocoso una oportunidad.

Y está claro como el agua que el mocoso necesita unos azotes.

El mocoso se hizo esta pregunta antes de concluir que -posiblemente -no

Terry era un mocoso malcriado que tenía siete autos y ninguna preocupación.

Se trataba de un mocoso que no tendría ni los quince años.

Verde, dice el pibe con tono de respuesta evidente a pregunta tonta.

El Rana era, desde todos los puntos de vista, un pibe simple.

Arranca con el diálogo entre un encargado de edificio y un pibe.

Si la propia familia dice que el pibe estaba descuidando los estudios.

Todo eso en cuanto a la forma de ser del pibe misionero.

Todo ello le daba aquel aspecto de ave rapaz de las llanuras.

El hombre rapaz no tiene éxito, pero tiene éxito en el fracaso.

El rapaz soltaba una risita crispante cada vez que meditaba sobre ello.

La imagen animal fue la del animal rapaz, el ave de presa.

Algo rapaz en su expresión; algo fascinante e ineludible en su personalidad.

Yo, que era un pendejo hinchapelotas, curiosamente con ella no me metía.

Pecoso, un pendejo lleno de pecas, rubio, flaco y nervioso, al volante.

Sí, pendejo, estoy lista para hacer el peor negocio de mi vida.

Sí, cómo no, pendejo, ahorita voy corriendo a comprarme un traje sastre.

Conmigo te chingas, yo sí te pongo en tu madre, muchachito pendejo.

Sin embargo, semejante discurso no sirvió para saciar la curiosidad del zagal.

El zagal que ara el campo se alegra de oír mi voz.

Voto a Dios, y sigo sin recordar el nombre de aquel zagal.

Al abogado de pobres las palabras del zagal lo inquietaron de verdad.

Con doce años el zagal tuvo un encuentro semanal con la filosofía.

SAT ya puede debitar automáticamente el impuesto del peque del régimen electrónico.

Adoran a Guiomar y a Lola; la peque se los ha ganado.

Locura total tras el gol de Julián, y este peque lo demuestra.

De toos los que hay aquí, ¿quién es el responsable del peque?

Nunca había pasado tanto tiempo sin mi peque, pero ando muy liada.

Según los reportes de prensa, la guagua incendiada corresponde al sindicato Asodemipur.

José y la guagua parecían robarle cada partícula de energía que poseía.

Ese mismo año realizó Se necesita un guagua, además de dos documentales.

Los viernes aquí se forma un verdadero oeste para montar una guagua.

Ya la guagua no los dejará Es un progreso para el pueblo.

Tendremos la oportunidad de regresar a los Estados Unidos, afirmó el chavo.

También estoy mal con mi familia; nunca me mandan ni un chavo.

El dinero es mío, añade; tú no tienes que poner un chavo.

Como médico me cabía esperar que no ganaría un chavo durante años.

Siempre un chavo diferente por día y ninguno repetido en la semana.

Le quiero tanto como cuando era chiquitín; pero ya es muy diferente.

Después lanzó una carcajada y agregó- :Siguesiendo el chiquitín de siempre.

Es muy chiquitín y a esa edad no hablan todavía, ni comprenden.

No tiene que decirme que todavía le preocupa cómo murió ese chiquitín.

No lo había pasado tan bien desde que era así de chiquitín.

Byrne -habíadicho a Ulick- ,peroposeo realmente un cipote singularmente hermoso.

No sabía encontrarse el cipote, y mucho menos podía encontrar el agujero.

Mientras la magrea, ella le saca el cipote y se lo toca.

Sigo empalmado y Tania me toca el cipote para que siga así.

Al cipote de él se le entornaba el ojo de la nube.

Trabajaba en la casa desde que era poco más que un chamaco.

Y a la puja y puja y no le sale el chamaco.

El chamaco apretó los labios y dejó la coca-cola a medio consumir.

Le dije que se podía quedar hasta que el chamaco se mejorara.

Ha llegado el momento de hablar contigo, chamaco, y de decirte adiós.

El chiquilín de no más de doce años había cumplido su promesa.

Aun ante la clara indiferencia de su cliente, el chiquilín no abandonó:

Era un chiquilín, pero por ahora le pareció mejor mantener cierta distancia.

El chiquilín se embarulla, trata de esbozar un gesto, baja los ojos.

El chiquilín quedó sorprendido por la forma en que lo recibió Medina.

Corría al río y allá lo encontraba agarrado con otro pelao .

A grito pelao, Eduardo el Moreno le ordenó que volviera al rincón.

Ese pelao vuela, se escuchó más de una vez entre los asistentes.

Fresco, pelao, esa no es la única hembra que hay, dijo Maguila.

De los tres que nos patearon el pelao atajó uno brillantemente.

El cabro trotó hacia Lila, y restregó la cabeza contra su regazo.

El cabro se detuvo, con sus bravíos ojos clavados en el joven.

Ningún cabro ha tenido la pata agarrada a más intención de muerte.

El cabro es mío y no se te ocurra venir a corrompérmelo.

No puede partir porque el cabro nunca se le va a ir.

Ellos serían desde aquel preciso momento los ángeles custodios del párvulo despojo.

Tenían un aspecto párvulo y atontado, y parecían estar allí por equivocación.

Sutton señaló a un párvulo situado en medio de la fila superior.

Ni un párvulo se creería que esto es obra de un resucitado.

Le aterra la idea de que el párvulo se ponga a gritar.

Cuando terminó de divertirse, la improvisada niñera había desaparecido con el rorro.

Y el otro me dice, como si se tratase de otro rorro:

Tres Peces rio y volvió a parlotear, esta vez con el rorro.

El doctor se dirigió con el rorro muy envuelto entre sus brazos.

Al rorro aquel de cera, de ojos azules y vestido de marinero.

Thrall abrió los ojos del todo para devolverle la mirada al arrapiezo.

El arrapiezo estaba muy asustado y lo evidenciaba agarrándose a su madre.

Quería también un compromiso paternal, un interés persistente por aquel arrapiezo.

Porque el arrapiezo, es decir, el andrajo, lleva aneja la independencia.

Ese arrapiezo ha aceptado que Hafsa se quede en la corte.

El chamo se pinta como la compañía favorita de los sacerdotes panameños.

Ve a un psicólogo, razón tenía tu marido en quitarte al chamo.

Hoy mandar a un chamo a la escuela cuesta 5 salarios mínimos aproximadamente.

Lo limpié y un chamo se lo llevó al hospital, relató una joven.

El usuario yopitaplastica le manifestó Linda se ve con la camisa del chamo.

Ya no soy chavea para padecer de los nervios por unas chorradas así.

Ya no es un chavea, ya tiene sus añitos, pero es un junco.

Parece un chavea majo y anda de ascensorista en el Carrera.

También gibaría que la chavea esa me hiciera perder la cabeza.

No ibas a venir aquí solo por endiñarme los brillantes, chavea.

El tema es que yo en Primera División comencé bien desde gurí.

Y me generó mucha ansiedad porque es el sueño de todo gurí.

Me volví con el gurí a la camioneta, porque se sentía mal.

Desde que era gurí, supe que en el Paraíso no existía la memoria.

Cualquier gurí haciendo mandados gana eso, cuenta en un audio enviado al grupo.

Si era un escuincle entonces, aunque estuviera por cumplir los veintiún años.

Pero si es un escuincle, debe tener dos años más que tú.

Alguien gritó: -¡Cabrónmuchacho, miren el escuincle éste, hijo de la chingada!

Por causa de tu mugroso escuincle por nada y me plantan un arresto.

Como quien no quiere la cosa dice algo del escuincle que es interesante.

Yo era un patojo, pero ya corría en categorías junior, en Lyon.

Mi patojo tenía años de ser piloto de camión que transportaba madera.

Y su risa… siempre me pareció la de un patojo haciendo travesuras.

Ingeniero automotriz con maestría en recursos hidráulicos: patojo chispudo en car wash callejero.

Me acusan de la violación de un patojo, pero eso no es cierto.

Él es un chavalo sano, nunca ha estado en problemas ni preso.

También era el chavalo con el que todas las niñas querían andar.

No trajo bolas malas el chavalo, las dejó todas en su casa.

El pecado del chavalo fue luchar por un mejor país, una patria libre.

Incluso con tal de hacer algo, un chavalo hasta se metió de antimotín.

La opción menos mala es intentar devolver al churumbel a su cama.

Este churumbel -meseñaló con un gesto receloso-fisgoneando es la prueba.

Un churumbel sucio lo hostigaba porque sí, y una gitana le gritaba:

No es que fuera un pedazo del corazón de ambos, el churumbel.

Después hay que comprar la cuna donde crees que el churumbel dormirá.

Nos ha contado que el chibolo es atento, cariñoso y muy caballero.

Cómo olvidar que -como chibolo a su mamá -necesito abrazarla fuerte.

Me apena que se exprese así habiendo tenido una familia conmigo, dijo el chibolo.

La ex novia de Roberto Martínez, con una sonrisa, aceptó, mordiendo los labios del chibolo.

Les deseo la mejor suerte a todos, finalizó la criollaza, quien estuvo con su actual chibolo.

También suele aplicarse en diminutivo con matices afectivos: Este carajito es adorable.

Yo miraba al carajito de Pura, feliz mientras tiraba la guía de la televisión.

Me enseña las fotos; ese carajito tiene cara de rapero.

Tráiganme acá al carajito ese, a ver si se despierta.

Y el carajito ahí mismo salió volando, como un pajarito.

Es curioso, de chigüín soñaba con ser médico y salvar vidas.

Ya no estés comiendo tierra, chigüín, te van a salir lombrices.

Qué me ves, chigüín, apuntá la mirada para otro lado.

Ya vino su mami, ¿verdad?, ya vino a ver a su chigüín, a su Raulito.

Imaginándolos, me acuerdo de mí, chigüín sin fronteras.

Por lo que sé, el chinorri se lo llevó en el coche.

Estaban desnudos, salvo por unos taparrabos; malayos, más robustos y fuertes que cualquier chinorri.

Así que el punki recurre al chinorri, pensó Dickie.

Volvió a entrar en el viejo comedor para reunirse con Peng y el otro chinorri.

En aquel momento, un chinorri corpulento apareció en la entrada de la habitación, un tanto alarmado.

Yo he viajado a muchos lugares pero aquí en Guayaquil está el 'ñaño, qué hay'.

La fama del ñaño presidencial ahora es internacional.

Antes de diciembre aparentemente yo era su ñaño del alma, porque pensaba que estaba aquí para sustituir jueces.

Que tenía a "mi" ñaño Manuel, el hermano que tengo y que siempre quise tener y querer.

Sabe que el progreso se logra con el impulso de la empresa privada, no con los cuentos socialistas de su ñaño.

Desde sardino dice Beccassino me gustó la música, la fotografía, la literatura.

El nieto de Turbay, un imberbe sardino de 27 años, ya es presidente de Concejo.

Obviamente, desde muy sardino también me los tomaba.

El otro, un sardino que tiene las botas brillantes porque hasta ahora está empezando a meter la pelota.

Jorge Bolaño, el sardino del Junior de Barranquilla, estará junto a Hárold Lozano en la línea de quite del mediocampo.

En seis años no has tenido tiempo para ponerte tan sucio, chavó.

Le dio la espalda y chavó la vista en la calle.

Alee Rush volvió la cabeza y chavó la dorada dentadura en el cigarro.

Todo es por un susto, por muchísimos sustos que le hizo pasar aquel chavó.

El hombre situado junto a la ventana se chavó la lima en un dedo y maldijo dolorido.

Mejor dejemos a ese culicagado quieto porque de pronto no resisto... .

Fui un culicagado que llegó allá solo.

Mi papá no nos dejaba ni decir culicagado y en la película no bajaba de gonorrea a la gente.

Culicagado: Término cariñoso para referirse a los niños.

Y "culicagados" les dicen en Colombia a los niños, tengan sucia o no la alcantarillita.

Era un tipo ñaco, con el pelo negro y la frente estrecha.

Era delgado, pero no ñaco, con una complexión suave, casi femenina.

O David, australiano, ñaco y saltarín, nervioso como un pájaro y experto en fauna ártica.

Me fijé nuevamente en lo ñaco que estaba, pero también en que no parecía haber sufrido mayores maltratos.

Yo, señor, soy un ñaco típico.

Una güila de buenas agarraderas se alzó las faldas y le enseñó los calzones.

La güila esa de Las Lomas dice de ti que matarías a tu propia madre para llegar al poder.

Luego con sus ojos de güila repasó el entorno aquél que al parecer se ensanchaba sin sentido: ¿para qué?

Hice la demanda por perversión de menores -leaseguró el agente-y ahora mismo se presentará la güila ésa.

Doña María se despidió sin más, pensando que Chayo tenía razón: su vestido ya no servía para enterrar a una güila.

Endúrolos yo, cuitada, y paso como a Dios place y llévamelos al huerco.

Y todo porque no quieren irse al huerco así como están solteronas y quedadas

Cualquiera diría que yo me ponché al huerco.

¡Dolores que vos maten, rabia que vos acabe, diablo, huerco, maldito!

-Ahííbamos los dos, pero de repente, cuando volteé, ya no estaba el huerco.

Algo te ha picado, buqui... Nunca te había visto la cara de ese color, ni tu gesto, hasta ahora, me había metido miedo.

Yo le dije a Buqui, no hagas eso te va a caer la Fiscalía.

-¡Cómoguerrero, si tú todavía no eras más que un buqui!

¿Qué no oye llorar al buqui?...

-Sí ,perode estos peces no coge tu nasa, buqui -dijoel cantinero al escuchar las últimas palabras del jactancioso.

Era una manera de demostrarle a mi jefecita que su chilpayate era entrón con las letras aunque las letras no fueran entronas con el mocoso.

Pero antes, debo decir, el amor tocó a las puertas de mi carnalito: duro y macizo como mandan los cánones del barrio; hasta hubo chilpayate.

¡Ah, pero no vayas a descuidar al chilpayate que lleva mi sangre!

Eran sueños compartidos por un joven matrimonio rompiéndose el lomo para labrarles un futuro a sus dos chilpayates.

FitBit Ace2 Kids, es una banda de monitoreo que ayuda a nuestros chilpayates a ser más sanos a través de la tecnología.

Un chiguito y una chiguita.

Al rato de quedarse solos los cuatro apareció un chiguito, un chaval de su edad, tendría menos de veinte años.

-¿A estas horas y un lunes, chiguito?

Su decisión me hace sentir abandonado, como un güirro desamparado en una ciudad inmensa.

Hasta sin un centavo me iba, decía, mientras veía a sus güirros jugando en la tierra, el Juliancillo comiéndola a puños.

En respuesta Fredy Otárola cuestionó la capacidad de convocatoria del Apra y su reciente presentación del candidato presidencial Alan García en el estadio Chamochumbi.