1
Autólico y Bomílcar cambiaron una mirada; el campano se encogió de hombros.
2
Saltamos los alambres y entramos dentro del recinto, entonces: ¡sonó un campano!
3
Yo también tomé el campano, que era inmenso, pero eso hacía hombre.
4
El campano no dudó; lanzaron sus caballos al galope tendido y se enfrentaron.
5
Ellos conocerían bien donde estaban todos los alambres para no hacer sonar el campano.
6
Roma se volvió a enfrentar a los samnitas por las pretensiones en suelo campano.
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El campano se apoyó con los brazos cruzados en la pared y compuso un rostro especialmente inexpresivo.
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Cuando Bomílcar hubo terminado, el campano dijo:
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Yo tendría que ponerme un campano.
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El campano también había encontrado al conductor del carro de bueyes y le había interrogado, aunque sin resultados significativos.
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Tras aplastar a la NCO, los clanes vencedores, principalmente los Alfieri, Nuvoletta y Bardellino, se reparten el territorio campano.
12
Vamos a tomar un campano.
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A la grupa de un demonio campano, con la loriga de hierro bruñido y el gladio enorme en el flanco.
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Un elemento de la identidad del crimen organizado campano es su fuerte individualismo, que les lleva a actuar en clanes independientes.
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De modo que las campanas sonaban con la llegada del salmón... Y así se le llamaba: campano, campanu en dialecto bable.
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Al frente había un campano gigante en el que Jennifer y sus dos hermanos mayores colgaron un lazo que servía de columpio.