La casi invisible, pero crucial labor de los profesionales durante el COVID-19.

El humo ascendía delgado, casi invisible, hasta perderse en dirección al mar.

Cojeaba ligeramente al recorrer el casi invisible camino que cruzaba el claro.

Caminaba con una velocidad y un silencio que le hacían casi invisible.

Herrick mostró con un gesto la dirección de la arboladura casi invisible.

Un átomo casi invisible si no se emplea una lente de aumento.

Resulta casi invisible con su gabardina oscura y su gorra de béisbol.

Fue un gesto breve, casi invisible en la oscuridad de la cabina.

Era curioso cómo se volvía casi invisible cuando estaba rodeada de plantas.

Bajo el cobijo de ser una persona casi invisible pasé completamente desapercibido.

Desde aquel punto, en las turbias aguas, el coche era casi invisible.

Se acordó del laberinto de hormigón, un lugar casi invisible, totalmente escondido.

Era casi invisible por causa de la niebla y de la lluvia.

El destello verde se desvaneció hasta convertirse en una capa casi invisible.

Se trataba de un auténtico poblado construido en la altura, casi invisible.

Primero yo, después Susan, y Hawk en tercer lugar, silencioso, casi invisible.