El chancro que le devoraba el brazo era cada vez más terebrante.

Uno de ellos tenía un chancro purulento justo debajo de la nariz.

De hecho se parecía a un sol oscuro, o a un chancro.

Ella vio el chancro; no cabe duda de que el muchacho está sifilítico.

La señora tiene chancro, la señora tiene llagas en la boca.

Si no tenía chancro ya era hora de que lo tuviera.

Ahora sabía que el chancro forma parte de la vida de los hombres.

El vestíbulo de entrada parecía un repulsivo chancro, rojo e hinchado.

Había estado tocando a aquella criatura repugnante y su chancro sifilítico.

Una pequeña llaga o úlcera llamada chancro es su primera manifestación.

Apenas un chancro indoloro y perfectamente formado en la punta de la polla.

Tras mostrarme un doloroso chancro que le había salido tras el incidente, me preguntó:

La primera fase solía manifestarse como un chancro genital, de aspecto horroroso pero indoloro.

Aquella mancha violaba su seguridad como si fuera un chancro.

Había tenido un chancro y al operarle fue indispensable dejarle aquella cánula para respirar.

Se le vino a la mente la idea del chancro.