1
Los habitantes de Cartago se creían seguros detrás de sus sólidas fortificaciones.
2
Cuando se creían seguros, caí sobre ellos con un grito que rasgó
3
Se creían seguros e invencibles en lo alto de aquella roca.
4
Con estos pueblos a su alrededor, los etolios se creían seguros contra los macedonios.
5
Corrían hacia abismos, y se creían seguros, el uno en los brazos del otro.
6
Allí los dos se creían seguros de sí mismos.
7
Rodeados de enemigos, esos soldados inexpertos se creían seguros.
8
Ellos se creían seguros hasta hace un rato.
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Se creían seguros desde que el gobernador se enfrentó con Jeff Davis y rehusó enviarlos a Virginia.
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No sabían qué hacer; no se atrevían a salir, pero tampoco se creían seguros permaneciendo en el teatro.
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Casi en el punto critico en que los fugitivos se creían seguros, llegaba a la estación Gurrea Pinós.
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Cuando ya se creían seguros, el incendio llegó hasta ahí, avanzando velozmente y dejando cenizas a su paso.
13
Los que se creían seguros murieron, los que vieron venir el peligro no tuvieron otro remedio que huir asustados.
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De nada sirvió la prudencia mostrada por algunos reservándose en sus casas o sus vecindarios, donde se creían seguros.
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La mayoría de ellos se creían seguros en sus escondrijos subterráneos, pero la maldición de Lolth los persiguió hasta allí.
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Volaron veinte flechas y aunque no todas hicieron blanco, el efecto moral fue tremendo sobre unos hombres que se creían seguros.
