Significados de cristiano-marxista em espanhol

Pasemos pues, ahora al importante capítulo de las anticipaciones del asalto cristiano-marxista.

Le escuchaban dignatarios comunistas y sacerdotes contestatarios entre el público cristiano-marxista.

Aunque reconoce que el diálogo cristiano-marxista favorece a los marxistas (p. 232).

Y el mensaje cristiano-marxista se preparaba ya para irrumpir en los vacíos del desarrollismo.

Añadió que fue a partir del Vaticano II y el diálogo cristiano-marxista cuando se hicieron estas preguntas.

En África, las extensas colonias de Portugal pasaban a poder de movimientos comunistas o procomunistas, y en Hispanoamérica cundía la subversión cristiano-marxista.

Es "la realización de lo imposible" cuando parecía que la confluencia cristiano-marxista entraba en regresión dentro de Europa, reflorece en Nicaragua.

Resulta que el principal promotor del diálogo cristiano-marxista desde el lado marxista tiraba por la calle de en medio y se nos volvía mahometano.

Al exponer la génesis del diálogo cristiano-marxista después de la Segunda Guerra Mundial los autores prescinden por completo de su dimensión estratégica, que es esencial.

Sería incomprensible esta relación cristiano-marxista, o comunista, sin la protección intelectual del hombre más prestigioso en el campo de la cultura, José Luis López Aranguren.

Los dos jesuitas, muy inteligentes y dedicados, eran convencidamente cristiano-marxistas.

Está claro que los sacerdotes cristiano-marxistas habían logrado una infiltración efectiva en las comisiones de Medellín y en los Institutos del CELAM.

Hemos visto jesuitas en Brasil y los vamos a seguir viendo por todas partes; los movimientos cristiano-marxistas de liberación no se comprenden sin ellos.

Primero con los "Felipes" (FLP), luego con los diálogos cristiano-marxistas, que se limitaban a charlar con cierta intelectualidad comunista como único personal de futuro imprevisible.

Pasemos pues, ahora al importante capítulo de las anticipaciones del asalto cristiano-marxista.

Le escuchaban dignatarios comunistas y sacerdotes contestatarios entre el público cristiano-marxista.