1Olía a un cuón que había estado allí antes que yo.
2Salté sobre la roca y cubrí el olor del cuón con el mío.
3El oso y el lobo se marcharon para hacer lo mismo con el cuón.
4El cuón reconoce tu soberanía.
5Después deberían encargarse del cuón.
6Nadie decía nada, hasta que Cuón se decidió finalmente a romper el silencio:
7El mamut ya estaba debilitado gracias a los colmillos largos y los cuones.
8Matan todos los colmillos largos, todos los osos, todos los zorros y cuones.
9Aullaban como cuones desde la puerta del poblado, cuando nos amenazaron con matarnos si nos acercábamos.
10Cuón calló y nadie más insistió en el tema, pero había un extraño brillo en sus miradas.
11Luego los humanos mayores pusieron en fuga a los colmillos largos y los cuones con sus palos afilados.
12Cuón se acercó por detrás, silenciosamente.
13En ocasiones, cuando llegaban a estos escenarios, solo encontraban los pocos restos que dejaban abandonados los lobos y cuones.
14Ya lo estaban rondando tres colmillos largos y una manada de cuones, y un oso solitario observaba y esperaba.
15Aunque no era lo habitual, esto solía ocurrir cuando debían contentarse con restos de animales previamente consumidos por lobos, cuones o zorros.
16-Note burles de nuestra sabiduría, Suelas de Viento -lecontestó Cuón con más comprensión que pena-.