Pili tenía la cara amoratada y el cuerpo inflado por los puñetazos.

Entré: el cuerpo inflado de Isaac yacía en tierra, oliendo aún a mar.

Su cuerpo inflado de líquidos recostado en la tumbona como una ballena varada.

El cuerpo inflado en algunas partes y reventado en otras.

A la deriva en este cuerpo inflado y ridículo.

Para esconder esta empresa de mis padres, envolví el cuerpo inflado de Rayas de Tigre con mi servilleta.

Está muy a sus anchas dentro de su pellejo, en ese cuerpo inflado de sangre, de carne, de músculos.

Tenía el cuerpo inflado de sangre y sus venas, gruesas como cuerdas, palpitaban visiblemente en su cuello y brazos.

Tenía el cuerpo inflado como una esfera oblonga y dilatada, y estaba cubierta por completo de costras de moho y hongos.

Detrás de ellos, en la hierba, donde lo habían dejado caer, yacía el cuerpo inflado y sin cabeza de una marrana.

Por encima se veía la masa oscura de su vientre y el contorno de su cuerpo inflado, navegando a impulsos de la brisa.

Los soldados y voluntarios, con redes, cuerdas, palos y pértigas de madera, se entregaron a la tortuosa pesca de aquel cuerpo inflado a la deriva.

Y el pobre aquel, con esa cara de palomino y el cuerpo inflado como un globo, tenía toda la pinta de haber follado bastante poco.

Debajo del telón de la niebla se adivinaban algunos cuerpos inflados que iban a la deriva.

Kaiser tenía uno de esos cuerpos inflados que yo asociaba con un montón de horas en el gimnasio.

Llevan consigo recuerdos de leprosos putrefactos y de los grotescos cuerpos inflados como bolsas a causa de la elefantiasis.