Se dice de la persona aquejada de una joroba.
Sinônimos
Examples for "jorobado"
Examples for "jorobado"
1No se tendrá derecho y hasta corre el riesgo de ser jorobado.
2Su postura siempre había sido un poco encorvada; ahora parecía casi jorobado.
3El jorobado era su confidente en las materias más delicadas e importantes.
4En lugar de eso, se presentaron dos sacerdotes; uno de ellos jorobado.
5El jorobado se irguió orgullosamente como un pavo al oír estas palabras.
1No te burles de mí y no me menciones más al corcovado.
2Es flaco, corcovado y viste de luto, con los guantes negros puestos.
3Respingó el corcovado en su silla; luego con tono enfático me replicó:
4El corcovado había recobrado el equilibrio y alargó una mano diminuta y sarmentosa.
5Luego se volvió hacia el corcovado y murmuró, todavía con la voz flaca:
1Y el caso es que no era cheposo, ni calvo, ni usaba gafas.
2Un joven nacido en la ciudad de Mantua, delgado y un poco cheposo.
3Un anciano algo cheposo, de rostro retorcido, sujetaba la puerta.
4Como si fuera cheposo y Amalia la chepa.
5Reconocí en ella al pesado y cheposo posadero.
1Gómez Arredondo recibió al jorobeta en su despacho del Ministerio de Comunicaciones.
2Delante de mí iba caminando una viejecita enlutada y un poco jorobeta.
3El jorobeta se puso la chaqueta y se abrochó sus siete botones.
4El sacristán jorobeta parece una sombra -éltambién- ,deslizándosesilenciosa por los claustros.
5Viendo la vacilación de Clotilde, añadió el jorobeta entre dientes:
1El Gibao estaba más gibado que de costumbre, encarnado como su boina, sofocado.
2Lazar estaba tan gibado que no podía mirar a Slava a los ojos.
3Justo a su lado aparece un orangután gibado como un dromedario, de patas dobladas.
4La tierra se había ennegrecido y gibado con pedrones y rocas de aire siniestro.
5El gibado lo gané por haberme sublevado en Vicálvaro.
1Te has torcido el espinazo y vas a quedar curcuncho para toda la vida.
2-¿No?, y te dejaron curcuncho.
1Era un cascarito, curcucho y agrio como los pepenances, que pasaba habla y habla maldiciendo la suerte de oír a los brujos.
2¡Dios no da gustos ni endereza curcuchos!
1Busqué al curco con la mirada y solo alcancé a percibir su sombra que se perdía al interior de la roñosa arquitectura.
2Las púas de éste, no obstante, dejaron cuatro curcos sangrientos en el cuello de Ambar.
3Es el Curco, con un sobre para Floreana.
4El Curco y Maruja, que han llegado temprano a ayudar, sirven papas fritas y pequeños trozos de queso fresco.
5Ve al Curco moverse entre la arboleda, le hace un saludo y él la saluda de vuelta, siempre saltando.
6Si el Curco se la traía en un dos por tres... Porque usted debe ser la señorita Floreana, ¿verdad?
7Toda disfrazada de futuro, parte a las ocho y media de la tarde hacia el pueblo, acompañada por el Curco.
8-Queno se vaya -ordenóel curco al hombrón y entró de prisa al cuarto de Blest.