1
Abrí la puerta sin perder de vista aquellas goteantes dagas de hielo.
2
La mujer tenía unas dagas de hielo prendidas de las pestañas.
3
Sus ojos parecían dos dagas de hielo hundiéndose sobre los míos.
4
Él golpea las dagas de hielo con la mano, gruñendo, distraído.
5
De los imponentes árboles del entorno pendían dagas de hielo.
6
Ahora parece un alfiletero: las dagas de hielo le sobresalen por toda la espalda.
7
Ardían y brillaban con colores ácidos, y poseían escamas afiladas como dagas de hielo.
8
No le sorprendió que fuera tan desagradable que la atacaran lanzándole dagas de hielo.
9
La sensación fue como la de dos afiladas dagas de hielo clavándose entre sus hombros.
10
De las ramas más bajas colgaban dagas de hielo como lámparas, misteriosamente iluminadas desde dentro.
11
El miedo se clavaba en su corazón, como dagas de hielo, cuando tocaron el agua.
12
Sus ojos la perforaron con sus dagas de hielo.
13
El Mulo le dirigió miradas como dagas de hielo con aquellos ojos aburridos y sin brillo.
14
Del techo pendían unas descomunales dagas de hielo.
15
Las garras luminosas hendieron su frente, como dagas de hielo, y giraron...
16
Tan solo ese pensamiento le helaba la sangre, como si afiladas dagas de hielo le apuñalaran el interior.
