Marcos se deja maravillar como un niño por una guitarra negra y brillante.

De camino allí, se dejarían maravillar por el generador principal que ahora ronroneaba, perfectamente alineado.

Esa noche se dejaría maravillar por la lujuria callejera.

Cuando era niña, se había dejado maravillar por aquellos sueños y los había creído... durante un tiempo.

No nos dejemos maravillar por palabrerías.

Por un momento, el grupo se olvidó de sus tribulaciones y se dejó maravillar por la elegancia de aquella imponente estructura.

No era ninguna Theurge, pero Ojo de Tormenta sabía que aquel era un momento especial, y se dejó maravillar por él.

Cuando besaba los filamentos del muñón se dejaba maravillar por la alquimia capaz de revestir de atractivo sexual cualquier peculiaridad física.