1
El domador de osos apenas ve el camino que tiene ante sí.
2
Y, por supuesto, no están preguntando por el domador de osos.
3
Mi padre, Acacio, era en aquel tiempo el más famoso domador de osos.
4
El domador de osos estaba en inferioridad numérica y lo sabía.
5
Encontró a la última persona que esperaba ver allí: Mirka, el domador de osos.
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Policía Montado de Canadá… Solo va quedando un domador de osos en el Circo Ruso.
7
O domador de osos, que es un buen oficio.
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Prefiero hacer de domador de osos que de payaso.
9
Al año siguiente no se escapará, para ser domador de osos y para ningún otro oficio.
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Tampoco alteró el gesto cuando le revelé que mi primer marido también era domador de osos.
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Soy como un domador de osos que tiembla pensando que un día pueda romperse el bozal.
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Un desconocido impulso se hizo conmigo impeliéndome hacia el domador de osos con toda mi furia.
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El gigante, Eulogio Morán, logró colocarse en un circo como ayudante de un domador de osos.
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Venían también santeros, milagreros, bufones populares, cómicos con sus retablos, algún domador de osos, algún artista.
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El Príncipe Negro... domador de osos, lanzador de cuchillos... seguramente todavía seguía luchando contra el mundo.
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Mirka, el domador de osos, apareció como surgido de la nada gritando al jabalí para llamar su atención.
