El kig más herrumbrosamente perverso que se haya echado jamás a la cara.

Sois... sois los tipos más decentes que me he echado jamás a la cara.

Están preparando las armas, señor, la colección de antiguallas más lamentable que me he echado jamás a la cara.

Creo que esa pobre gente pensaba que, fuera de nuestra isla, nadie había echado jamás un vistazo a mi poesía.

Era la carga más pesada que Sátiro se había echado jamás al hombro, y hubo que llevarla hasta el fondo de la casa.

Después de todo lo que han hecho por mí sin habérmelo echado jamás en cara, ¿cómo es posible que siempre esté dispuesto a avergonzarlos?

Nadie la había acusado nunca de hacer nada inapropiado; nadie le había echado jamás en cara que anhelase una fruta que le estaba prohibida.