Desafilar, perder su filo un arma.
1No tenía mango, pero una de las aristas había sido enromada para evitar cortaduras.
2Éste también se enromó antes de que hubiera terminado, aunque ya me faltaba poco e intenté que la punta durase.
3Los bordes de los botones no se habían enromado desde que los forcé a introducirse por los ojales, y costaba mucho cogerlos.