Su vieja escarcela de cuero se había quedado presa bajo su muslo.

Una escarcela de cuero bordado, de curioso aspecto, pendía de su delgada cintura.

Su mano derecha se desplazó casi sin quererlo a la escarcela de cuero.

Su armadura estaba manchada de sangre que del mismo modo empapaba la escarcela de cuero.

Se guardó la manzana en su escarcela de cuero.

Se alzó la camisa, revelando su escarcela de cuero.

También transportaba una pequeña reserva de material variado en el interior de una escarcela de cuero.

Él retrocedió un paso al tiempo que abría la escarcela de cuero que llevaba a un costado.

Sacando de su escarcela de cuero el documento con el sello real, lo desplegó ante los guardias:

Luego extendió la palma de la mano para ofrecer una escarcela de cuero tintineante de monedas, a ver quién la quería.

Se le había caído a Martín una escarcela de cuero crudo donde llevaba el sello real de Felipe II, que usaba Ursúa.

Vestía una flotante camisa gris y amplios pantalones de brin; un cinto reluciente sostenía la escarcela de cuero y un cuchillo envainado.

Con la punta de su bota tocó cautelosamente un objeto que yacía en el suelo: el cinturón de Mateo y una escarcela de cuero.

Ella obedeció, pero como si de un aprendido movimiento se tratara, introdujo sus dedos en la escarcela de cuero que pendía de su cinturón.

Era Garbiñe la que había tomado la escarcela de cuero llena del polvo ocre amarillento, y la llevaba colgada del cinturón de su pantalón-

-Instintivamentesu mano derecha apretó la escarcela de cuero medieval que se había colgado del cinturón de su vaquero.