2Gacel tomó el libro, estudió el título y se limitó a comentar:
3Gacel Sayah no era de los que desprecian aquello que no entienden.
4Gacel extendió la mano, tomó el auricular y lo arrancó lanzándolo lejos.
5El Tuerto se aleja con el Gacel echando humo por el escape.
6Pero era mucho lo que estaba en juego y Gacel lo sabía.
7El cada vez más desconcertado Gacel Mugtar se volvió al mencionado y preguntó:
8Gacel sonrió para sus adentros a lo burdo de la trampa.
9Gacel Sayah se encogió de hombros y se volvió con tranquilidad a Anuhar-el-Mojkri:
10Ese Gacel, o como quiera que se llame, ha demostrado que puede vencernos.
11Gacel le observó un instante como si no comprendiese a qué se refería.
12Era mi padre y yo llevo su mismo nombre: Gacel Sayah.
13Gacel le dejó descansar mientras llenaba hasta el borde el abrevadero.
14Probablemente, Gacel lo sabía, porque no pareció sorprenderse de sus palabras.
15Gacel aprovechó su desconcierto para avanzar unos metros al tiempo que ordenaba en árabe:
16Gacel y Suleiman le estuvieron observando largo rato, y al fin el segundo señaló: