Sacerdote eunuco de la diosa Cibeles.
1Eran los llamados galli, y se caracterizaban por algo que también era nuevo en Roma: eran eunucos.
2Quizá porque estaba pensando en los galli y su sacrificio, acarició el fascinum dorado que llevaba colgado al cuello.
3Habían llegado los galli y estaban ocupando sus asientos de honor, no muy lejos de donde estaban sentados Kaeso y Escipión.
4Un estudio de los cromosomas de Galli había demostrado que era humana.
5Esperaba poder reconocer a Eva Galli si aparecía en esta versión cortajeada.
6Por eso debe tomarse su tiempo con Crista Galli y los otros.
7Pasaron siete días antes de que Galli volviese a tocar el tema.
8Galli: -Yo creo que hay evidencias de algunos síntomas de esta resignación.
9Jacopo Galli le preguntó, al darse cuenta de aquel estado del joven:
10Una de ellas se unió con otra similar procedente de Crista Galli.
11Galli era quien debía volver a poner las cosas en su sitio.
12Un halo de llama amarilla rodeaba la forma tendida de Crista Galli.
13Y Galli volvió a enfrascarse en los papeles que tenía ante sí.
14Miguel Ángel envió un mensaje a Galli, quien mandó al maestro Lippi.
15Vale más que le encerremos en alguna parte y avisemos a Galli.
16Gallius Rax, Galli, grita de dolor y se derrumba sobre los peldaños.