La lista de los reyes visigodos es un tópico de la historia de la educación en España.
1Dios mío, me pregunté, ¿qué representaba la lista de los reyes godos?
2Y él, siguiendo ese consejo, pensaba en la lista de los reyes godos.
3No soy experta en historia; jamás conseguí aprenderme la lista de los reyes godos.
4Aprender la lista de los reyes godos, paradigma de la enseñanza memorística, es un esfuerzo absurdo.
5Soy fruto de un sistema educativo que me hizo memorizar la lista de los reyes godos.
6Y pensando en la lista de los reyes godos, antes de llegar a Turismundo, recobraba la calma.
7El primer nombre de la lista de los reyes godos (visigodos para más exactitud) es Ataúlfo.
8De la famosa lista de los reyes godos, que inútilmente aprendíamos de memoria, muy pocos merecen ser destacados.
9Le preguntó cómo le iban los estudios y, para comprobarlo, le pidió la lista de los reyes godos.
10La buena noticia es que el rey Rodrigo puso fin a la aburrida lista de los reyes godos.
11Escucha: recitaré a los de tu propia sangre, como si fuera la lista de los reyes godos, ¿recuerdas?
12Le preguntó por la marcha de los estudios, y para comprobarlo, le requirió la lista de los reyes godos.
13Se negaba a recitar la lista de los reyes godos pero le atraía el dibujo y las artes plásticas en general.
14Añora a la lista de los reyes godos y el vociferío en las escuelas del 9x1, 9.
15El nombre resonará con tonillo de retaila en la cabeza de quienes estudiaron en la escuela la lista de los reyes godos.
16Es posible que el escéptico lector recuerde la lista de los reyes godos desde los tiempos, no sé si añorados, de su bachillerato.