Los limoneros que flanqueaban el paseo hasta llegar al cortijo habían sido arrancados.

Al llegar al cortijo, Miriam subió a su habitación; necesitaba dormir.

Sin embargo, al llegar al cortijo percibió cambios más preocupantes.

Anduvimos un rato hasta llegar al cortijo del Charcón.

Al llegar al cortijo nos encontramos con Trev, ocupado en arrastrar mangueras de un lado para otro.

Estaba oscureciendo, y sabía que para llegar al cortijo había un trecho bastante largo y difícil a través del valle.

Al llegar al cortijo, contemplaron la viña, que en el mes de mayo lucía ya algunos brotes, y aspiraron el olor.

Había que cruzarla y, un par de kilómetros después, coger una salida que pronto se transformaba en un camino de tierra para llegar al cortijo.

Llegaban al cortijo, efectivamente, cuando los ancianos ya se habían acostado.

Diego llegó al cortijo bien entrada la mañana, acompañado por Pedro.

El muchacho comenzó a hablar, y departiendo amigablemente llegaron al cortijo.

Dándome cuenta del carácter del tío Gregorio y otros iguales personajes, llegamos al cortijo.

Por último anduvo día y noche, y en abril llegó al cortijo de su hermano.

Amanecía cuando Néstor y Miriam llegaron al cortijo.

Cuando por fin llegaron al Cortijo de las Jácaras, su madre no pudo reconocer la casa.

Ojalá que nadie pudiera relacionar su visita con la gente que había llegado al cortijo al amanecer.