Subió al médano y lo bajó trastabillando y descubriendo un mar enfurecido.

Mejor sería ahogarse ahí, en las enormes olas, en el mar enfurecido.

Michael se aferraba a ella como si lo arrastrara un mar enfurecido.

El mar enfurecido ganó la batalla y la arrastró hacia una enorme ola.

No eran absolutamente nada, y la inmensidad del mar enfurecido lo era todo.

Caí muy hondo en un mar enfurecido de una frialdad paralizante.

Volaba con enorme velocidad, y por debajo había un mar enfurecido.

Al disiparse vieron aparecer un ejército, que avanzaba como si fuese el mar enfurecido.

Llevaba una capa con capucha, del color del mar enfurecido.

Era como un reto lanzado a un mar enfurecido, como navegar entre zarpazos de gigantes.

Llegamos a la cima del peñasco y nos encontramos el mar enfurecido frente a nosotros.

Las lenguas de fuego, como murallas ardientes levantándose, igual que olas de un mar enfurecido.

Las aguas del lago braman ahora como un mar enfurecido, y la noche se adelanta.

Se preguntaba si la chalupa soportaría un mar enfurecido.

Joona sonríe y echa un vistazo al mar enfurecido.

Y su mirada no cesaba de escudriñar atentamente el Este, por encima del mar enfurecido.