1Las muchachas bailaban alrededor de -noera encina, tampoco no alcornoque-un mesto.
2En la cruz del mesto Silvestre tocaba el acordeón.
3Porque Nové Mesto ahora está desierto, qué duda cabe, se ha despoblado.
4Mesto sonrió, orgulloso, y le acercó a Bahram el plato de empanadillas.
5El joven asintió y se alejó con rapidez en dirección a Nove Mesto.
6Cuando lo vieron desaparecer en dirección a Staré Mesto, seguía silbando.
7La ruta le convenía: de todos modos, vivía en Nové Mesto.
8En la otra orilla cabrilleaban los decorados navideños de Nové Mesto.
9Los de Nové Mesto, como siempre, seguían apoyando a los radicales.
10Mas de los de aquí, de Staré Mesto, no hubo quien se meneara.
11Branka estaba admirada: Mesto nunca había dado tanta leche como cuando yo la ordeñé.
12Y la vida en El Mesto tampoco era un regalo.
13Desde allí, la alegre compañía se trasladó a Nové Mesto.
14Superaron las calles que flanqueaban la plaza de Staré Mesto.
15En la plaza de Staré Mesto el barullo era infernal.
16El Nové Mesto no quiere ni oír hablar de eso.