Precisamente en el planteamiento de esas tres cuestiones se cifra el milagro.

Algo importante está presente; como si sus palabras estuviesen obrando un milagro.

Un milagro económico habría sido necesario para evitar la suspensión de pagos.

Que quizá hubiera ocurrido un milagro y Emmely había cambiado de opinión.

Igualmente, comentó que sin el dinero no es posible realizar dicho milagro.

Hoy agradecemos cada milagro y cada favor concedido al pueblo más necesitado.

Hubiera sido un milagro que ocurriera lo contrario, especialmente en tales circunstancias.

Sin embargo, aquellas palabras habían obrado el milagro de captar su atención.

Es un milagro que los equipos españoles tengan cinco representantes en Europa.

Ello sin esperar el segundo milagro que exige el protocolo del Vaticano.

Todos podemos seguir pidiendo un milagro hasta que deba tomarse una decisión.

Pero debemos preguntarnos cuál es precisamente la naturaleza de un milagro verdadero.

En la mayoría de los casos el milagro era aún menos extraordinario.

Sería un milagro que no hubiera sucedido así, especialmente en tales circunstancias.

No obstante, debo añadir que tal hazaña rondaría la categoría de milagro.

Tenía algo que en este país es un milagro: visión de futuro.