Bosques y praderas acompañaban mi camino, y muy lozano también el río me acompañaba.

Los rosales estaban cubiertos de manchitas marrones, y su aspecto no era muy lozano.

Ahora al menos, aunque no tuviera un aspecto muy lozano, sí parecía un caballero pulido.

Yo he tenido un día bastante movido y a estas alturas usted tampoco parece muy lozano.

Las flores no tenían un aspecto muy lozano.

Lucía ropa estival y se veía muy lozano.

Tienes, sin duda, un aspecto muy lozano.

Desde lejos parecía una pequeña cabaña, pero, visto a unos pocos metros, era un árbol muy lozano.

Tenéis un aspecto muy lozano, Isobel.

Tenía un aspecto muy lozano.

Aquello contrastaba tremendamente con el paisaje árido vulcaniano de la juventud de Spock; Romulus parecía muy lozano, muy fértil.

Por largo en el tiempo que sea el currículum de este dicho tan recurrente, parece haber llegado muy lozano a nuestros días.

Treinta y pocos años, calculo, aunque cuesta determinarlo porque no presenta un aspecto muy lozano con la cabeza prácticamente separada del cuerpo.

Al subir al carruaje ambas damas, apareció el tío Frasquito presuroso, muy lozano, pulcro y resplandeciente, haciéndolas señas de que le aguardasen.

Al instante, aquel intenso aroma inundó la habitación con más intensidad aún y Krisan pudo contemplar el cuerpo de Ai, que parecía muy lozano.

-Notiene un rostro muy lozano que digamos -comentóel embajador escueto-,si se tiene en cuenta su edad.