Significados de negligencia em espanhol

En una situación así, la pereza es el peligro; la pereza interior.

Un error por pereza socava la confianza y conduce al siguiente error.

Pero no es una cuestión de dinero sino de pereza, creo yo.

Sin embargo, no percibí por ninguna parte señales de letargo o pereza.

Curiosamente no es por pereza, sino simplemente porque no les parece importante.

El ambiente laxo de holgazanería y de vicio había aflojado su voluntad.

Ella atacaba su holgazanería; él, su consumo de alcohol noche tras noche.

Y las muchachas jóvenes tienden a la mala conducta y la holgazanería.

Su mirada, no obstante, le acusaba de algo más que de holgazanería.

Él vivía feliz, sin otra preocupación que la de su propia holgazanería.

El policía escribió otra vez, a saber qué chucha, en su máquina.

Me ha tocado un caserío, por la chucha, ni siquiera un pueblo.

Él estaba arriesgando todo por un jugueteo amoroso con una chucha mestiza.

Te gustaría que te tocase la chucha aunque fuera de una patada.

Se van con cualquiera apenas les crecen los pelos de la chucha.

A esta edad la indolencia es una mezcla de galbana y gandulería.

Esto supone menos tiempo para las aficiones, vacaciones y para la simple gandulería.

Más bien lo atribuiría a todo lo contrario, a su gandulería.

No le quedaba más remedio que gastar ahora toda su capacidad de gandulería.

Para poder vivir con eso, tales gandules hicieron de su gandulería una virtud.

Los tres andaban sumidos en la inevitable galbana que sucede al atiborre.

A esta edad la indolencia es una mezcla de galbana y gandulería.

Era una linda mañana californiana, rebosante de humo, contaminación, hedor y galbana.

Sea como fuere, mientras Enriquito estuvo en la cama, adiós galbana matinal.

Un gato paseaba su galbana entre los pies de los abuelos.

Los obreros habían abandonado su poltronería y volvían al tajo, pero sin prisas.

Su poltronería es otra de las cosas que no compartimos.

Y la relajación sin energía, no es necesario que te lo diga, es pura poltronería.

Que ciertamente la poltronería manca y tulle los hombres.

Esta otra no viene firmada, que aun para ello le dolió el brazo a la poltronería.

Semejante catolicismo es un comodín que justifica la ignavia.

Que todo lo demás es pura ignavia

Así se expresa la ignavia de nuestros tiempos, que equipara todas las formas de la piedad, sin dar importancia al contenido.

De manera que el señor Ignavia también había llegado hasta allí.

Y el señor Ignavia murió de terror.

Ya sabéis que cuando queráis venir a verme, seréis bien recibido en mi haronía.

¿Hemos conseguido el grado y la haronía?

Lima encerraba entonces entre sus murallas la bicoca de tres mil trescientos frailes, y los monasterios de monjas la pigricia de setecientas mujeres.